Sobrevalorados de Selección II

Y sí estimados contertulios después de evaluar a la Armada Española nos aprovisionamos de grog y ponemos a los ingleses en la placa Petri (?) Pase, entone un cántico pirata y dirija su mirada hacia Cartagena de Indias Argh!

Aclaración necesaria: La elaboración de la primera entrega de esta saga reveló a este escriba que la línea entre el sobrevalorado y el bluff de selección es muy fina y en tal virtud acá procuraremos ser justos, esto es: describir las fortalezas, realizar el contraste y relatar las vergüenzas de gente con muchos ceros en sus cuentas bancarias. La cosa sana.

Capítulo II: Pirate island

Los inventores del fútbol cuentan con una historia menos rica de lo que anhelan. Campeón en 1966 en un campeonato más turbio que elecciones venezolanas. Pero eso no quita que cada tanto se hayan gestado jugadores de capacidades interesantes y que a nivel de clubes tuvieron una carrera envidiable y hasta ejemplar. La cosa es que ya sea por aislacionismo técnico, falta de acople o simple canibalismo propio de exceso de calidad en ciertas posiciones del campo y carencia franciscana en otras, los próceres a punto de ser listados pasaban de los tres leones a los tres gatitos.

Algo así.

Peter Shilton

Antes de convertirse en el poster boy geezer del resentimiento inglés por un gol viciado de nulidad, Peter Shilton supo ser quizás el último gran portero criado a base de jellied eels y black pudding. Recibió su primera convocatoria cuando el Leicester aún andaba en el fango de la segunda división y eventualmente se adueñó del arco inglés (tras accidente de Phil Gordon Banks) por encima de Ray Clemence. Eran otros tiempos y el sistema eliminatorio ofrecía menos partidos para los gladiadores modernos, pero eso no fue inconveniente para que Pete se comience a ganar al respetable público.

Llegaron las primeras clean sheets y con ello se reactivaron los ánimos con vista a campeonatos de selecciones. Y si bien la prensa no escatimaba halagos para las felinas atajadas de Shilton (como aquel tiro que le atajó a Dalglish en el verano del 73), su participación en el gol del polaco Jan Domarski fue más que cuestionada, en especial cuando se contrastó su actuación con la de Jan Tomaszewski ( previamente tildado como «payaso» por parte de Brian Clough) El empate de los polacos (gracias a una heroica jornada de su portero) permitió que los de Varsovia se hagan con el billete a Alemania 74 a expensas de los de las Rosas. Aquel fallo también haría que Don Revie se decante por Clemence, sin embargo la no clasificación a la Euro de 1976 hizo que el DT termine alternando a los porteros causando incomodidad a pundits e hinchas por igual.

Football, spotted dick and tea

Potencia física, presencia imponente (a pesar de no ser de los más altos), agilidad y grandes reflejos para un portero que a pesar de no ganar nada con su selección, sigue estando en gran estimación, aunque la era negra del arco inglés bien pudiera exacerbar el cariño por el ex portero pro Brexit. De sus actuaciones en mundiales no hay mucho más que no se haya escrito antes (bueno está el detalle de este gol), tan sólo como novedad el siguiente videojuego, uno que estimo (como dicen los centenials) fue furor en la Argentina.

Quizás da para post (?)

Steven Gerrard

Decir Steven Gerrard es decir Liverpool. Su estilo de juego, entrega y desparpajo con la parte ganadora de esa ciudad es incuestionable. Precisión en los pases, zapatazos demoledores y el carisma del capitán red es su momento lo convirtieron en el objeto del deseo de más de un gigante europeo. No pasaba un mercado de pases en el que no se especulara con una transferencia hacia equipos con mayores posibilidades de títulos. El box-to-box era tan determinante que tanto Pelé como Zidane le consideraron el mejor del mundo. Siempre fue crítico de los futbolistas con complejo de clavadistas, pero eso no impidió que Steve haya sido acusado de lo mismo.

Al autor le hubiese encantado jugar como Gerrard.

Inglaterra es desde siempre candidata y los medios de esa nación siempre buscan protagonistas para épicas y fusibles para fracasos. Steven estuvo en ambas categorías para pesar de unos y alegría de otros. Se hizo pronto un espacio en las convocatorias a principios de siglo y obtuvo su único título (por gol diferencia) en forma del 2004 FA Summer Tournament. Parecía que dicho amistoso serviría para envalentonar a la escuadra inglesa con motivo de cierta competición a disputarse en Portugal, pero se ve que en el Olimpo no hay espacio para ingleses.

Los de la Pérfida Albión llegarían con deseo de reinvindicación al mundial de la chuleta/machete/ayuda-memoria más famosa del mundo y para variar Steven tuvo una actuación (más allá de los dos goles) muy gris y al igual que en la Euro los ingleses tuvieron problemas con los penales. Ganar la Champions 2005 suponía la revancha personal para Gerrard y con vistas a la Euro 2008 y mundial 2010 se gestaba lo que la prensa inglesa denominó Golden Generation, generación que lo único que coleccionó fueron autos de alta gama fracasos. 114 partidos disputados y 21 goles para un jugador que en su peak hubiera sido un refuerzo de lujo en casi cualquier selección de primera línea. Defendido a ultranza por la parte roja de Liverpool, se le adjudicó parte de la culpa de no poder triunfar en un mediocampo que en teoría debía ser poderoso, en especial con la adición del siguiente invitado a este análisis.

Frank Lampard

Mediocampista muy completo, el cual en su mejor momento fue el líder del Chelsea construido con los dólares de gente hoy cuestionada por su cercanía a cierto señor que quiere ser recordado por la historia. A pesar de comenzar jugando bajo las sospechas de nepotismo (?) pronto Frankie demostraría que tenía talento y se volvió fundamental en un club con chequera generosa y mercados de pases cada vez más numerosos y llamativos.

Gerrard – Lampard debió ser el tándem necesario para la victoria pero más fueron las páginas escritas como parte de la disputa entre las partes que por ser motor de las victorias inglesas. Al igual que con el mencionado anteriormente, con Frankie las críticas aumentaban conforme nos alejábamos del estadio donde jugaba su club. Y existían acusaciones a todos los seleccionadores que o «estaban desaprovechando a un tándem fenomenal» o simplemente eran «incapaces de lograr la sinergia en un mediocampo con abundancia de talento». Se daba por sentado que los goles estaban asegurados con el poder ofensivo de la nómina, pero antes de cada campeonato los ánimos se entremezclaban con las dudas para ver si finalmente podrían conjuntar lo mostrado por Frankie en Stamford Bridge con lo generado por el emblema de Mersey. 106 partidos disputados y 29 goles sonarían bien si no fuese porque el muchacho en cuestión en más de una ocasión quedó debiendo o simplemente era víctima del cóctel de expectativas generadas – pobres presentaciones para una generación que amenazó mucho y logró nada.

David Beckham

Génesis del metrosexual moderno. A mediados de los noventas transcendió cierto muchachito con prolijidad para los pases y buenos goles en el Manchester United. Con gusto por los reflectores también se hizo asiduo a las notas del corazón (?)

El nuevo chico Spice comenzó bien en su seleccionado, generando – por enésima vez – una ola de optimismo en la prudente prensa deportiva inglesa. El impacto pronto trascendió fronteras e hizo que sea objetivo de un club con billetera para sus deseos: Real Madrid. En el conjunto de la capital española estuvo varios años siendo parte de plantillas armadas para ganar todo y si bien tuvo presentaciones buenas, en dicha escuadra los reflectores se turnaban entre la espectacularidad de Zidane, los ataques del Cabeça de porco Figo y las anotaciones de sus atacantes (bueno, convengamos que en esos equipos cuando las cosas van bien no escatiman en halagos) A pesar del suceso en clubes en su selección no pasó de un par de buenas presentaciones por (otra vez) formar plantillas en las que se amontonaba talento en ciertas posiciones y en el resto se parchaba con lo que había (inflados también) 115 partidos disputados y 17 goles para un tipo que fue vendido como el mejor centrador del mundo pero que a pesar de ser centenario sus goles y centros no llevaron a buen puerto a los piratas.

Paul Scholes

Y llegamos al bueno de Paul, como los arriba mencionados la cosa parece seguir una plantilla en la que los ingleses tercamente se esmeran en replicar. Enormes en sus clubes, no tanto con los three lions. Pero es acá donde a decir de quien suscribe estas líneas nos encontramos con una duda existencial ¿Acaso Scholes no fue el más perjudicado por las expectativas generadas por sus pares más mediáticos? Vamos, que el colorado era un muy buen jugador, quien se atreva a cuestionarlo en la parte más ganadora de Manchester (Roja también, vemos un patrón por allí ¿O no Racing/Gilnasia?) es conducido al paredón y tras eso sus restos miccionados por los miles de borrachos que se juntaban en el Wembley de antaño.

En su rol de todocampista (?) Paul fue en más de una vez el sacrificado para acomodar a otros talentos en la media, primero opacado por el mediático Becks cuando en varios episodios fue determinante a pesar de su pinta de pasante de sistemas. Pasó de indiscutido (2002) a ladero de la dupla Gerrad – Lampard. Y eso (aunque se mencionó motivos familiares y su rol en United) en 2004 motivó su retiro de la escena internacional. Con la salida del «boludo» de Sven-Goran Eriksson en 2006, se reiniciaron los rumores de regreso de Scholes pero Steve McClaren dijo que tras reunirse con Scholes el colorado había rechazado amablemente dos veces regresar al seleccionado inglés. Tras el fracaso de McClaren Fabio Capello también intentó convencer a Scholes y si bien la negativa fue tajante, días antes del mundial Scholes declaró que «si el acercamiento hubiese sido un poco antes, habría vuelto a enfundarse la elástica». Tras el mundial africano, Scholes confesó que «quizás fue un error rechazar el llamado de Capello«.

Y es así, estimados contertulios. Una vez más ponemos en sus manos la evaluación final. El veredicto puede y debe ser abordado como un ejercicio más allá de la simple votación, pero democráticos como Zelensky somos (?) nos despedimos esperando leer el razonamiento para vuestra elección.