Figuritas en el Parque

Para ser sábado y de mediados de Junio, el día estaba soleado y con la temperatura óptima, así que, previo coordinar con la patrona que no hubiera ninguna reunión/cumpleaños/visita pendiente (Suelo ser bastante desordenado para ese tipo de cuestiones), me acerqué a mi hijo y mientras desayunábamos, le dije que ese día cumpliría mi promesa y nos iríamos al Parque Centenario a cambiar figuritas de la Copa América 2024. La alegría de su cara estalló en la mía y, a fin de cumplimentar con la palabra encomendada, procedimos a realizar todo lo que hacemos los sábados pero comprimido en un par de horas y chirolas. Los sábados para los que laburan toda la semana y encima tienen que lavar ropa afuera suelen ser complicados.

Habiendo cumplimentado todas las tareas, nos decidimos por preparar unos sándwiches con pan lactal (Jamón y queso para la criatura, jamón y salame para los padres) y, a fin de no perder demasiado tiempo, fuimos almorzando en el auto. No suelo ser de los que dicen que en el auto no se come, es un vehículo, uno lo cuida pero tampoco para tanto. Un auto con migas es un auto vivido, como un libro con las puntas dobladas. Se usó, se disfrutó y si, merece una aspirada, no nos vamos a hacer los desentendidos tampoco. Pero lavar ese día no se iba a lavar. Había prioridades, había una promesa y el beneficiario iba en el asiento trasero, callado, serio. Expectante.

Siendo sincero, en su momento había visto las figuritas en el kiosco, la publicidad en la tele, hasta me llegó por mail,  pero primero no le dí importancia. Si bien con mi hijo éramos de comprar álbumes, hacía tiempo que no se daba esa comunión, esa búsqueda de completar alguno. Hasta que un día, antes de Semana Santa, se me acercó y me dijo “Quiero el álbum de la Copa América” y en vez del huevo de pascuas costoso, optamos por uno más modesto, más un álbum y cuatro paquetes de figuritas. El arranque además fue más que auspicioso, porque en el primer paquete, rompiendo con una estadística que más adelante conocería, tocó una “Extra” (léase, figurita de una estrella de una de las selecciones, la siguiente evolución de “la difícil”): Asomando por el fondo del paquete, con un azul brillante, apareció el colombiano Luis Díaz y la locura fue total. “En cien paquetes te puede tocar una “Extra” y a mí me tocó en el primero, entendés papá? Es increíble!” dijo casi sin respirar y ahí lo supe. Había vuelto la fiebre.

A partir de ahí el acuerdo era simple: El traía una buena nota del colegio, papá le traía paquetes de figuritas. Y así se sucedieron los 9, los 10 y fueron apareciendo una a una las estrellas y no tanto de todas las Selecciones y se vivieron momentos de alegría. Si bien no apareció ninguna extra, no estuvimos exentos de emociones, como cuando él, contento por haber abierto un paquete y que salieran dos de Argentina, no advirtió que uno de ellos era Messi y tuvo que contener el grito porque la madre estaba en una videollamada, trabajando. O cuando completamos el rompecabezas de Leyendas de Maradona, o cuando apareció el escudo de la Selección. Las notas buenas no pararon y el flujo de paquetes se iba incrementando.

Y cumpliendo con la estadística, se iban acumulando las repetidas, las cuales eran intercambiadas en el club o en el colegio, pero las transacciones eran limitadas. Y una mañana, mientras desayunábamos y él miraba en Youtube uno de sus canales preferidos, estaba repasando un video del «creador de contenidos» (Uno que por lo menos no se la pasa gritando, me cae un poco mejor que el resto, pero no me acuerdo el nombre) que, junto a su novia, se iban a intercambiar figuritas a Parque Rivadavia. Entonces, como quien tira un dato al pasar, dije “De la Copa América seguro que cambian, podríamos ir algún día” “Yo te lo iba a decir, papá, pero no sabía si podíamos ir”. Y bueno, los planetas se alinearon y ahí estábamos, pero en el Centenario, buscando lugar para estacionar. Tuvimos que dejarlo a unas cuadras porque gracias al clima el parque rebosaba de gente. Y quiso la casualidad que, justo por donde teníamos que cruzar, vimos un cartel que indicaba que en ese puesto se cambiaban figuritas y a mi compañero se le aceleró el corazón.

Cruzamos y se abrió ante nosotros un grupo variopinto de gente con la misma voluntad que la nuestra: Cambiar figuritas de la Copa América. Como éramos nóveles en este intercambio cuasi profesional, aprendimos con nuestra primera transacción: Las de Argentina se cambiaban por argentinos, sino por dos de otro país; Escudos por escudos; Leyendas por Leyendas y entre estas dos, una podía equivaler a la otra. Y después estaban las joyas de la corona: Las cuatro del principio (El logo, la mascota, la pelota y la Copa) y las dos del final, la Argentina última campeona. Las reglas estaban claras de entrada, no estaban escritas pero flotaban en el aire y había que sumirse a las mismas. Al fin y al cabo, no había negocio en el intercambio, había avidez por completar los estadios, un país, la parte de Leyendas o, como los más afortunados, completar el álbum.

Nos íbamos paseando de un grupo al otro, con la lista incompleta de las que faltaban más el álbum que se chequeaba cada vez que faltaba alguna. Como nos sabíamos cortos de material para intercambiar en relación a varios (Uno nos e pone a calcular la fortuna que han invertido algunos, pero se daba una idea, pero uno ahí no está para juzgar) así que primero preguntábamos cuáles les faltaban y en caso de tener material para intercambiar, se realizaba la transacción. Así empezaron a aparecer y pasar de manos jugadores, escudos, estadios, a tachar frenéticamente las que se conseguían y a ir relojeando con los que faltaba cambiar. Yo hacía las veces de asistente de mi hijo, que al principio se acercaba con cierta timidez pero pasados los minutos, iba tomando confianza y había que estar controlando impulsos. Ya sabemos cómo puede ser un preadolescente en estado de efervescencia.

Mi esposa nos esperaba sentada contra la pared mate en mano, disfrutando los últimos rayitos del sol, mientras nosotros pasábamos de una señora mayor con un arsenal de figuritas por cambiar (A la que le cambiamos 13, nuestro récord) que casi nos cambia la legendaria dorada de Pelé “pero se la prometí a un señor”, después una mamá con dos nenes chiquitos que, luego de cambiarnos a Suarez nos preguntó cuál nos faltaba de Uruguay y nos fue dando varias. No había límite de edad ni de raza, club de fútbol favorito o integración familiar, todos intercambiaban con todos. Con el transcurso de la tarde supimos que la selección charrúa era la que más salía y lo comprobamos in situ. Terminamos nuestra primera rueda, sentado yo tomando algún mate y mi pibe pegando las que había conseguido, cuando se percató de algo: Con las que tenía, le faltaba solo una para completar Venezuela. Y frente a nosotros estaba el puesto de las figuritas, que las vendía por unidad, así que pidió permiso para completar su primer selección. Y ahí fuimos.

El vendedor tenía en exhibición las extras (valían el equivalente a seis paquetes las azules, siete las de bronce,vocho las plateadas, diez las doradas), más las de Messi, el escudo de AFA, la pelota (En valores equivalentes a las otras) y en carpetas todas las figuritas del álbum. Mi hijo se acercó, pidió la 9 de Venezuela y la compró. Dejé que lo hiciera con su plata porque a veces hay que dejar que los logros se sientan propios y, paso siguiente, le compré dos paquetes más, que devolvió con un “Gracias!”, un abrazo y una corrida a la base improvisada que era la manta donde estaba mi señora esperando. Se sentó y realizó la ceremonia de pegar la figurita en el espacio faltante con concentración de cirujano y cuando el trabajo estuvo hecho, nos regaló una sonrisa que calentaba más que los rayitos de sol que todavía asomaban entre los edificios. Era su primer Selección completa: Escudo, figurita grupal y plantel. Otro logro desbloqueado.

Y así, mientras estaba pegando, seguían desfilando los cambiadores ofreciendo y buscando. Pasó un papá con un nene y nos dijo “Tienen la Copa y el escudo de Colombia? Nos faltan solo esas!” Otro que pedía la segunda del rompecabezas final, un grito de alegría de alguien que logró llenar el álbum. Y se nos acercaron un par de adolescentes con su listado de faltantes, no teníamos ninguna de las que necesitaban, hasta que de los sobres nuevos emergió una repetida que necesitaban y mi hijo gritó “Acá la tengo!”. Cuando empezó el desfile de figuritas de los chicos, arrancaron con las de Argentina y de ahí nos faltaban dos, pero no teníamos ningún argentino para ofrecer, por lo que las reglas del canje debían obviar a la sección de argentinos, pero uno chico preguntó “Cuáles te faltan?” “Mac Allister y Nico Gonzalez” dijo mi pibe, casi resignado, a lo que el otro dijo “Gonzalez? Pero tomá, llevátelo a ese perro!” y, risas mediante, se produjo el intercambio y la magia se hizo presente. Solo faltaba una más para completar a Argentina, Alexis MacAllister era el nuevo McGuffin.

Pero teníamos algunos inconvenientes: Por empezar, no teníamos más repetidas de Argentina, así que era difícil volver a tener la misma suerte. Tampoco teníamos ni escudos ni Leyendas para cambiar. Y cuando fuimos a preguntar en el local cuánto salía, el valor era el de dos paquetes. No nos cerraba del todo el negocio. Hasta que, intercambiando con un señor que estaba con el hijo, nos comenta que adelante, en un puesto de la feria, cambiaban dos figuritas por una, que él había conseguido bastantes  así, por lo que dimos por terminada nuestra jornada de intercambio y marchamos en la búsqueda de ese feriante. Cuando lo encontramos, después de pasar por los dinosaurios mecánicos que estaban en el Museo, los locales de juguetes viejos (Donde me vi tentado por un Bestia de He-Man modelo comic, pero que estaba fuera de precio) y de mercancías varias, apareció.

Dos eran las condiciones excluyentes que tenía para el intercambio: Dos figuritas nuestras por una suya y las dos nuestras no tenían que ser ni de Uruguay ni de Trinidad y Tobago. Cumplíamos con los requisitos, pero cuando señalamos que queríamos a MacAllister, nos dijo que de Argentina no cambiaba, solo vendía y al mismo precio que el feriante anterior. La tristeza en la cara de mi hijo casi me hace flaquear y sacar los dos San Martín que se interponían entre la búsqueda y la conquista, pero decidimos seguir un poco más adelante. Y apareció otro local de figuritas, no cambiaba, solo vendía, consultamos el precio de Alexis y era el de un paquete. Ahí si, con la sensación de haber vencido al sistema, saqué el billete que lo liberó de la carpeta contenedora y lo depositó en las manos de mi hijo, que desplegaba una sonrisa tamaño familiar. Me abrazó y agradezco que estaba oscureciendo, porque alguna lágrima me empezó a caer.

Me pidió permiso y se puso a pegarla ahí, sentado contra las rejas del museo y mirándolo hacer, la felicidad se me mezcló con la tristeza, como en la película de Pixar. Consiguió la que le faltaba, la última de Argentina, estaba contento por haber completado al campeón del mundo y disfrutaba de ese momento. Pero faltaban más países, más figuritas y me encontré preguntándome cuántas nos quedaban. Cuántas figuritas serán las que nos queda para pegar juntos, antes de que uno pase a ser el que “no entiende nada”, hasta que los álbumes sean “cosa de más chicos”, antes de que llegue la adolescencia y con todo lo que conlleva, nos saque estos momentos.

Pero se paró, se acercó, me abrazó de nuevo y mostraba, feliz, sus tres páginas completas con el equipo argentino y volví ahí, con mi hijo actual, disfrutando del logro compartido. Seguimos caminando hasta buscar al vendedor de copos de nieve, porque nosotros buscaremos figuritas pero la patrona también tiene sus vicios. Y antes de irnos, paramos en otro puesto donde pude conseguir unos paquetes de una colección de cartas de la Liga de la Justicia Ilimitada que todavía tengo incompleta. Ahí mi hijo pidió permiso y se hizo con tres paquetes más, bajo la promesa de abrirlos recién en el auto, porque ya estaba oscuro, promesa que supo mantener.

Y, de camino al auto, nos cruzamos con dos familias que también venían de cambiar y una de ellas había logrado completar el álbum, por lo que los felicitamos y mi hijo hablaba con el suyo, mucho menor al nuestro, sobre las extras y demás cuestiones atenientes a las figuritas. Y cuando nos estábamos yendo, un grito llenó el auto: Habían aparecido en los paquetes nuevos no sólo la mascota, sino también un Messi, que ofrecía posibilidades de cambio casi infinitas. La vuelta a casa, a diferencia de la ida, fue llena de charla, con compilación de los logros del día, de lo que iba a hacer con las nuevas repetidas, de lo que iba a contar en el colegio o en los grupos de Wattsapp al llegar a casa, todo un contraste con el silencio de la ida. Y estaba bien, estaba más que bien, porque en un mundo donde todo se hace tan jodido a veces, cerrar perfecto un lindo día se vuelve la figurita difícil. Y cuando toca, se celebra.

31 respuestas a “Figuritas en el Parque

Add yours

  1. Lindo post, bien por el autor y su hijo. Así en cositas que se pierden en la cotideanidad se van forjando recuerdos para toda la vida.

    Claramente esto se perdió (si acaso existió en mi país) donde entre la niñez -los muy aspirantes a self made- el intercambio es casi inexistente.

    Nunca pude completar un álbum, básicamente porque las finanzas familiares no daba para eso (además de cierto prejuicio inculcado por los maestros de primaria de la época. Hoy me pongo a pensar en la reacción de esos señores frente a la ludopatía campante de estos tiempos y esbozo una mínima sonrisa)

    Boinas

    Le gusta a 2 personas

  2. a veces el devenir de la vida nos aleja de las cosas que realmente importan y nos encierran en celdas fétidas de crueldad

    a veces la realidad es tan triste, dolorosa y horrenda que el alma no la soporta y simplemente se apaga, olvidando que debe brillar

    a veces todo la noche se hace eterna y más oscura que de costumbre y pensamos que el día no volverá a surgir

    pero hay veces, donde surgen textos como éste, que nos devuelven a la vida, a las cosas simples, pero que con un soplo de aire fresco nos renuevan y hacen que esa bocanada de aire fresco nos permita levantarnos

    gracias AB

    Le gusta a 2 personas

  3. y ahora si… MIS JAILAITS:

    El traía una buena nota del colegio, papá le traía paquetes de figuritas NO PODES SER TAN BOTON… COMPRALE IGUAL LAS FIGUS, SO RE TE

    “Yo te lo iba a decir, papá, pero no sabía si podíamos ir” «yo te lo iba a decir PERO COMO SOS FLOR DE VIGILANTE SEGURO ME PEDIAS QUE SEA ABANDERADO O PILOTO DE AEROLINEAS, CARON

    pero uno ahí no está para juzgar no clah… se nota…

    Ya sabemos cómo puede ser un preadolescente en estado de efervescencia DEJALO MIRAR CULOS EN PAZ AL PIBE, LOCO… A VOS TE CABE DISFRAZARTE Y NADIE TE DICE NADA

    porque nosotros buscaremos figuritas pero la patrona también tiene sus vicios iba a hacer un comentario PERO todavía me queda algún código… (risas)

    EXTRAORDINARIO POSTO

    Le gusta a 4 personas

  4. Gran posteo, gran relato de AB, como nos tiene acostumbrados.

    Recontra banco la cultura del intercambio de figuritas que se armó, más allá que no soy del palo. Me parece un buen plan para el sábado.

    Además, banco que los pibes estén con las figuritas de la C. América. Noto mucho furor por la Euro (algunos la comparan con el Mundial) y todas criticas para la Copa de acá.

    Le gusta a 1 persona

  5. Gran relato AB, como de costumbre. Punto alto el palito a Nico Gonzalez por parte de los pequeños, hay futuro (?) Igual nobleza obliga, hay que reconocer que ayer no jugó TAN mal, pero es muy barullo.

    Nunca fui muy de las figuritas y los álbumes (o es «álbums»?), probablemente por cuestiones económicas. Más de grande no me enganché tampoco.

    Dejando de lado la poética del torneo de selecciones más antiguo del mundo, y adentrándonos en terrenos más hostiles (?), como bien indicó Shake, se dio inicio a la F̵A̵F̵A̵F̵A COSAFA 2024 (no habían jugado este coso el año pasado?), con el resultado perfecto entre Swatini (ex Swazilandia) y Botswana.

    Somos todos Lesotho

    Y como extra, mañana se definen las semifinales de la Copa de Oceanía. Nueva Zelanda le va a ganar a Tahití -obviamente-, mientras que en un duelo más parejo, Fiyi y Vanuatu se miden l̵a̵ ̵c̵h̵o̵t̵a para ver quien pierde contra los maoríes la final.

    Le gusta a 3 personas

  6. Buenas.

    Me alegro por el guríe, no me han tocado sobrines futboleres ni completadores de ningún álbum ni colección. Mejor así no manguean plata. (?)

    De chico no recuerdo figuras del Mundial, sí otras más chotas, pero en mi casa moneda que aparecía, moneda que iba a los jueguitos, terminar el Street Fighter con Zangief requirió mucha práctica. (?)

    Le gusta a 3 personas

  7. Gracias a todos por la recepción, la verdad es que era la primera vez que íbamos ahí y el ambiente es muy copado, te ayudan y se van pasando data para completar el album, creo que este finde volvemos.

    Y SAPA, al pibe yo le compré DE ANTES como treinta paquetes y se los iba dando de a puchos, sino te los quema todos en cinco minutos y después QUEHACEMO? Hay que hacer durar las cosas, más ahora

    Bien la Selección anoche y HERMOSO el Dibu paseándose en pija frente a los chilotes que lo bardearon

    https://x.com/nicolasmirelman/status/1805917418025300336

    Ahora viendo a Ucrania – Bélgica DICE TINTIN QUE SE SAQUEN LA PILCHA QUE LO ESTAN DEJANDO COMO EL OJETE (?)

    Buenas

    Le gusta a 5 personas

  8. En mis buenas épocas de jugar a los arcades, al Street Fighter (la primera versión, la que no podías elegir a los 4 jefes finales) lo terminaba con cualquiera menos con el puto de Dhalsim, jamás logré mucho con ese.

    En la versión que podías elegir a los otros 4, todos eran una poronga menos M. Bison (Bison en la versión yanqui, Vega en las versiones ponjas).

    Después llegué a meterle fichas hasta el Alpha o Zero II pero ya era un boludón de 14/15 años y la plata además se iba para el alcohol y otros menesteres (?) así que nomás le metía con uno o dos luchadores. Ya a los Capcom vs X Men y demáses sólo por emuladores ya de bastante más grande y me bastaba para cagar a puñetes a mis amigos, no tenía gracia, después se vengaron y en el PES me sodomizaban como los mejores porque tenían Play y yo no, así cualquiera. (?)

    Ah, perdón, esto es un blog de fútbol.

    Le gusta a 4 personas

  9. De nada Yoye, estamos atentos al pendiente(?) 🫡

    Lo único que lamento es que coincidan este México con un Ecuador tan flojo (y no descartemos ayuda arbitral siendo que están jugando en México 2.0)

    Mientras tanto:

    Le gusta a 3 personas

  10. Buenas.

    Vamos primero con el ontopic: si bien yo he estado aficionado a las figus, reconozco que ya lo veo medio como boludez (aunque reconozco que es, en parte, por el valor del álbum + paquetes; y en parte porque los álbumes viene cada vez menos «informativos»).

    Pero me quedo con lo que Bipo bien describe -y que creo que es lo que nos entra del texto-: el sentido de comunidad que le entra a la gente por algo que le gusta, que se ve a veces en otros lugares que también están alejados de lo cotidiano.

    Quizás el 90% de los adultos que estaba ahí votó a Milei, y quizás en un par de años hasta Bipo Junior se haga viborita. Pero ser viborita no es natural, y si queremos evitarlo es por acá. Nadie nace viborita, porque ser viborita es vivir en la soledad de tu ego decadente.

    Le gusta a 6 personas

  11. Ahora con el offtopic:

    • Ni da opinar sobre Portugal vs Georgia, es de ese tipo de cosas donde no descarto el olor a BETANO. Aunque bueno, es Portugal.
    • El mío habría abrochado a Gattoni, Bareiro y Carboni. Con los dos primeros queda claro que no aprendimos NADA de lo que es el asno de Herrera, con el último aprendimos que en el mediocampo de River va a marcar tu vieja, y que son movimientos de aguilarismo (o de angelicismo, que es aguilarismo con plata).

    Ahora sí, hablemos de la Copa América:

    • Ecuador es la mejor esperanza de que Mechico pase de ronda: marca mal y tiene flor de siestas, además de un DT que no se sabe qué carajo quiere con el plantel que tiene. Lo bueno para ellos es que les vuelve Enner.
    • De Mechico sólo diré lo siguiente: les ganó Venezuela porque el Batista menos malo (y que en los últimos 20′ demostró el gen pekermaniano de retroceder y cagarse en pedo) armó un equipo de fútbol. Con eso alcanza para ganarle a los saltamuros, que además de tener un mal plantel (hasta en comparación con el resto de su nula historia) tienen un DT muy boludo: si se te parte tan rápido el medio, reformulá el mediocampo y poné un 442, paparulo.

    Igual van a pasar de grupo por la nulidad actual de Ecuador (duele decirlo, pero con Alforro Ecuador les ganaba y teníamos al guatemalteco antiMessi cortándose las venas con el arma preferida de Dany Trejo)… y porque sospecho que si a los 30 del ST sigue 0-0 les van a dar un penal a favor. Queda en ellos si van a hacer (como ayer) un homenaje a Marianito Pavone…

    Le gusta a 5 personas

  12. Para mi, paramiehh (?), los TINCXS le ganan a DOCHOS, cortando clavos con el upite, pero victoria al fin.

    Siguiendo con esto del FDM (?), ayer Vanuatu dio la ¿sorpresa? al vencer por 2 a 1 a Fiyi, por lo que ya cuenta con la presea de plata, siendo que los neozelandeses se ortearon a Tahití 5 a 0, como era de esperarse. El sabado, bien entrada la noche (en realidad el domingo a la madrugada) se define la final.

    Le gusta a 4 personas

  13. Boinas

    Luego del triunfo panameño cobra fuerza una prematura eliminación gringa, ENTONCES me parece que Ecuador tendrá que ganarle al árbitro, a la Concachafa (?), a las casas de apuestas, a la Coimabol y a sí mismos.

    Lamentablemente todo indica que saldrán a buscar el puntito desinteligente y la debacle quedará servida en bandeja de plata, porque el oro ya se lo llevaron entre Jordi Cruyff, Bolillo Gómez y el FMI (?)

    Le gusta a 5 personas

  14. Si nos ponemos todos de acuerdo (?) en la fecha que viene pueden quedar afuera los tres organizadores del futuro Mundial, alto mensaje ameo (?)

    Le gusta a 2 personas

  15. Boinas.

    Llego mas tarde que Otamendi a revolearla contra Francia.

    Excelso post.

    Que emoción cuando te salían las que necesitabas y ni hablar cuando llenabas el álbum. Hoy los hijos de puta de Panini te la hacen muy difícil.

    Aaah si….Si el pibe se empieza a sacar 9s y 10s a cambio de figus me parece que antes te estaba cagando

    Le gusta a 4 personas

Comentá, no seas otario

Crea una web o blog en WordPress.com

Subir ↑