Fútbol y Netflix (Primera parte)

Primera de dos entregas dedicadas a ver que se puede hacer con ese abono extra compartido con la familia, y que no es la Superliga. O de buscar y bajar. Pase y revuelva.

The Real Football Factories

Simple, metieron a un actor conocido como protagonista de una película sobre hooligans, a presentar un programa sobre hooligans -algo así como si pusieran al Ogro Fabbiani haciendo el doblaje de Bojack Horseman (?)-. La idea, justo es decirlo, es buenísima, pero tiene un problemita… no encaja el tono exagerado del tagarna este con el hecho de que el hooliganismo está cuasi desterrado de las islas. Si la hubieran enfocado en otro tono, la serie hubiera salido claramente mejor. Una pena, porque no sólo te los termina haciendo queribles a los gordos birreros estos, sino que por momentos tira data bastante copada: desde la vestimenta como código -una mezcla de paninari y wachiturrez (?)- hasta la relación entre ese hooliganismo y la situación social inglesa. Como para que sepan: «en Europa sí se consiguió».

Puntaje: 5/10 Rolas.

Sunderland Till I Die

Y este sería el producto mas logrado del formato Netflix -para fútbol, en otro ramo de documentales están Wild Wild Country y The Keepers-. No sólo por la combinación entre categorías de ascenso y fracaso (?); sino también porque le agrega una ciudad atrás de un club, personajes entrañables y reconocibles por cualquier futbolero: el garca digno de una canción de la H (?), el roto que sale carísimo, los refuerzos falopa, los sinmanos y el piberío incinerados, el DT encualquierado, los hinchas puteadores -alguien debe traducir al inglés LMMM, necesitamos coparles algo a estos piratas del orto-. Y encima, hay MUCHO fúlbo. Mi único pero es la canción de apertura: da mas a ganador de programa de talentos musicales que a algo mas fiel a la historia narrada.

Puntaje: 8/10 Rolas.

Premier League Legends

Básicamente, es darle veinte minutos al paso de algún futbolista que haya destacado en la Premier. Tiene dos problemas evidentes; el primero es que no deja de sonar a un enlatado expandido de un informe de Simplemente Fútbol. Y el segundo, es que como toda semblanza, depende del protagonista elegido: es llamativo volver a ver a Ginola, a Carragher o a Seaman, pero la verdad es que Ruud Van Nilsteroy o Thierry Henry son demasiado conocidos como para generar expectativa.

Detalle: si Henry a los 60-65 años no se convierte en la versión negra y primermundista del Nene Sanfilippo, pega en el palo y bordea la línea.

Puntaje: 4/10 Rolas.

Balón en el asfalto

Here comes choreo. Básicamente, es venderte un cliché -explicar el talento de ciertos jugadores por ciertas condiciones de juego: acá se hacía con los potreros, en Brasil con la playa o hasta con una filosofía barata de buenaondismo (tipo como si sos Pepeu Palala aprendés a gambetear o algo así)- pero readaptado y reactualizado para que parezca un comercial de N*ke/Ad*das extendido. Pero bueno, tienen una Copa del Mundo más, así que podrán usar eso en vez de explicar su colonialismo de rapiña y su amor por los lavaderos de jeques.

Puntaje: 2/10 Rolas.